25 de junio de 2011

Armas de la era napoleónica: La caballería (I)

I)
Lepic a los Granaderos a Caballo de la Guardia:
"¡Señores, cabezas bien altas por Dios, son balas no truños!"
Eylau 1807

Ah, por fin tengo tiempo para seguir escribiendo... hoy subiré unas cuantas cosicas espero. Tengo tiempo, ganas y nostalgia bloguera!

Durante las guerras napoleónicas la caballería comenzó a perder potencia. Cierto que conservaba un empuje, una fuerza que no sería superada hasta la invención del fusil de aguja (de tiro "rápido") y la ametralladora.

Podemos diferenciarlos en dos partes, la caballería ligera, utilizada para hostigar al enemigo, perseguirlo y explorar. Por otro lado tenemos a la caballería pesada, los tanques de la época, hombres de más de metro setenta (la media era metro cincuenta entonces) con caballos inmensos, su misión era romper la línea enemiga en el punto designado, instigando tal terror que el enemigo no quisiera volver al campo de batalla nunca más.

Las armas de la caballería eran:

- El sable: Había cientos de tipos de sables para la caballería (prácticamente dos por nación, uno para caballería ligera y otro para caballería pesada). Pero se pueden dividir en dos clases, aquellos para la caballería ligera (curvos) y la espada de caballería pesada (recta).

Comenzaré por el sable de caballería ligera que era curvo, diseñado para cortar y con el centro de gravedad en la punta. Esto le permite que para un arma ligera como era (comparada con la otra) liberara mucha más potencia al impacto. Sin embargo, impedía mantener la espada recta para cargar con la punta, que era la táctica usada cuando grandes grupos de jinetes cargaban bota con bota (si en esa formación realizabas un tajo seguramente le darías a un par de compañeros). Por eso el sable era el arma perfecta para escaramuzas, donde los jinetes rompían en pequeños grupos y los golpes venían de delante, el lado y detrás. Cuanto más curvado mejor. Los tajos no eran iguales de mortales ni espantosos que los dados con las espadas pesadas, pero permitían a estos hombres atacar a la infantería o caballería con algo más de ventaja.

Sable Prusiano de caballería.
Los americanos lo copiaron en 1812.

La caballería pesada utilizaba dos tipos de espadas pesadas (o sables pesados). Los franceses utilizaban sables rectos, finos (como agujas) y con el peso en la guardia, para hacerlos "cómodos de llevar". Este arma era como una bayoneta lanzada al galope, permitiéndole atravesar a su oponente y alcanzar órganos vitales sin problemas. Además para utilizar el arma el coracero o carabinero debía lanzarse sobre las crines del caballo y curvarse, lo que le convertía en un objetivo más pequeño. El problema era después que al no tener peso en la hoja y su estrechez no le permitía penetrar cuando realizaba cortes, limitando el uso a las estocadas. Sin embargo las heridas causadas por este sable no eran curables, porque la cirugía era limitada y las heridas MUY profundas.

Sable de coracero francés.
Comparadlo con la espada de caballería que hay debajo.


Espada de caballería pesada británica.

Los británicos y el resto del mundo utilizaban la espada ancha de caballería, diseñada para cortar y sajar. Con un peso cercano a los cinco (5!) kilos el arma en manos de un jinete experto podía partir por la mitad (como paso en la batalla de Arapiles) a un infante con un sólo golpe. Para muchos infantes (y jinetes), la idea de ver a los compañeros con cortes del hombro a la tercera costilla no era agradable. Sin embargo también tenía sus limitaciones, era pesada e intentar dar una estocada con este arma era como mínimo tarea titánica. Por lo tanto en los enfrentamientos entre grandes grupos de caballería podemos decir que las estocadas eran predominantes inicialmente, dejando luego paso a los cortes. Finalmente eran los nervios y la disciplina quienes marcaban la diferencia (es decir, entrenamiento y más entrenamiento!).

Próxima edición Lanzas, caballos y armaduras!

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