¡Buenas! Hoy os voy a colgar el primero de los tres relatos que forman el enemigo de papeles.
Es un relato político sobre mi planeta y el administratum. ¡Espero que os guste y que me lo destripéis!
Schiavoschi odiaba al Mariscal Berjonn. Lo odiaba con toda su alma. Maldito barón. El era el Duque Manfredo Schiavoschi, señor del Gran Ducado de Tos y par del Gobernador. Pero no había bastado. Berjonn lo había enviado a entrenar a las Sturmtruppen, en lugar de permitirle estar en el estado mayor. Y ahora le pedía presentar un informe sobre la posibilidad de incrementar el número de reclutamientos, ¡En persona! Pues ya llevaba el informe y vaya informe. Le iban a dar por dónde Schiavoschi sabía que le darían si descubría las mentiras que llevaba.
El vehículo oficial se detuvo a la puerta enrejada del Cuartel General de los Ejércitos de Preussland. Dos oficiales de Granaderos del Emperador se acercaron para pedir las identificaciones. Al ver a Schiavoschi saludaron y le dejaron paso automático. Ventajas del oficio.
Mientras el vehículo seguía recorriendo la senda en dirección al pabellón de audiencias el General seguía maquinando como presentar el informe de la forma más catastrófica posible. No quería que hubiera la más mínima opción de aumentar el reclutamiento.
<<Señor General, hemos llegado>> Su ayudante, el Teniente Carbell le abrió la puerta del vehículo.
Se bajó del vehículo y cruzó la puerta. Al otro lado, con aire superior se encontraba el Coronel Tow, el ayudante personal de Berjonn.
<<General, acompáñeme>>. Tow hizo un dejado saludo dejando claro que su rango no lo protegía en aquel lugar.
Schiavoschi notó su sangre hervir. Si hubieran estado fuera del recinto hubiera extraído el sable y hubiera retado a un duelo al coronel. Pero el puesto en aquel lugar le protegía. "Ya te dare, ya..."
Recorrieron los pasillos hasta que llegaron a la puerta a la sala de espera para el escenario de la sala. Tow la abrió y le indicó que pasara.
<<El resto ya está general. Le agradezco el que haya venido, en breves instantes les llamaremos a hablar>>
Dentro de la sala, igual de confundidos e indignados que él. Schiavoschi se encontró con los oficiales en jefe de todas las secciones de reclutamiento. Todos igual de indignados. Preparados para dar rienda suelta al odio.
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